No hace mucho tiempo, cuando se hablaba de hacer la casa más "verde", a uno le tachaban de hippie abrazaárboles. Pero los tiempos cambian y, a medida que suben los precios del gas, la electricidad y el agua, cada vez más propietarios ven las (grandes) ventajas de tener en cuenta el medio ambiente a la hora de tomar decisiones sobre el hogar.
¿Le interesa mejorar la eficiencia energética de su hogar y, de paso, ahorrar dinero? Tienes muchas opciones, desde las más baratas a las más caras, así que sigue leyendo para descubrir si hay alguna gran (o pequeña) oportunidad de ahorrar energía que te estás perdiendo.
1. Realice una auditoría energética
La mayoría de las empresas de servicios públicos ofrecen una auditoría energética, a menudo gratuita:
Enviarán a un experto a su casa para que revise todos sus electrodomésticos, luces, ventanas, puertas, etc., y le recomendará los cambios que puede hacer para ahorrar energía (y dinero) todos los meses.
Si quiere un resumen personalizado de todo lo que podría hacer en y por su casa para hacerla más eficiente energéticamente y respetuosa con el medio ambiente, una auditoría energética es imprescindible.
2. Cambia las bombillas
Las bombillas fluorescentes compactas o incluso las bombillas LED son más caras que las bombillas incandescentes, pero también duran al menos 10 veces más que éstas y sólo consumen un 25% de la energía de una bombilla incandescente.
Cuando tus bombillas incandescentes se fundan, plantéate sustituirlas por una alternativa más ecológica. Y si decides cambiarlas todas a la vez, empezarás a notar rápidamente la diferencia en tus facturas.
3. Presta atención al sol
Hay muchas cosas que puedes hacer para calentar y enfriar tu casa sin gastar dinero, pero tendrás que vigilar dónde está el sol en el cielo.
- En el hemisferio norte, las ventanas orientadas al sur son las que reciben más luz solar directa, así que empieza por ellas.
- Anote si el sol entra en su casa en cada estación y cuándo, y ajuste sus hábitos (y sus persianas) en consecuencia.
- Por ejemplo, si el sol incide directamente en tu casa en invierno, puedes ahorrar dinero en la factura de la calefacción abriendo todas las cortinas y persianas por la mañana para que entre el sol. Pero si el sol entra directamente en tu casa en pleno verano, lo mejor es lo contrario: Cierra las persianas y cortinas por la mañana para mantener la casa fresca.
4. Burletes en las ventanas
Especialmente en algunas casas antiguas, a veces las ventanas pueden no ser totalmente herméticas, lo que significa que hay corrientes de aire del exterior que introducen aire caliente o frío en su casa en contra de su voluntad.
Una solución relativamente barata y fácil es colocar burletes en las ventanas para eliminar las corrientes de aire y garantizar que lo que hay fuera no se cuele dentro y viceversa. Es tan sencillo como ir a una ferretería y dedicar unos minutos a colocar burletes en todas las ventanas de la casa.
5. Reduce la potencia del calentador de agua
El agua caliente sienta de maravilla en la ducha... pero el problema es el siguiente: el calentador de agua trabaja constantemente para mantener el agua siempre caliente y, si el indicador está ajustado a una temperatura alta, mantener el agua "siempre caliente" requiere mucha energía.
- Eche un vistazo a los ajustes de su calentador de agua y pregúntese si el agua caliente realmente necesita estar tan caliente como la tiene.
- Bajar la temperatura diez o incluso cinco grados puede suponer un ahorro sorprendente, ¡y puede que ni siquiera te des cuenta cuando mezcles el agua caliente con la fría para tus abluciones!
6. Recoger el agua de lluvia
Dependiendo de dónde vivas, el clima puede ser una ventaja que aún no hayas aprovechado. No puedes utilizar el agua de lluvia para todo, ni siquiera para muchas cosas -no puedes beberla y no querrás usarla para cocinar, lavar los platos o bañarte-, pero si guardas una cisterna de agua de lluvia en tu jardín, siempre tendrás una forma ecológica de regar el césped y las flores en primavera y verano.
7. Cambia las duchas
Si te gusta darte duchas largas, esta solución puede ser especialmente útil: Cambia la alcachofa de la ducha por una de bajo caudal que consuma menos agua. Suelen tener varios ajustes de presión y chorro para que puedas personalizar tu ducha, y probablemente ni te darás cuenta de que estás consumiendo mucha menos agua una vez que hagas el cambio.
8. Comprar un termostato más inteligente
No es necesario tener un termostato "inteligente" en casa (aunque siempre está bien poder cambiar la temperatura con una aplicación del teléfono desde el sofá, por decir algo), pero si no tienes un termostato que puedas ajustar para cambiar la temperatura en diferentes momentos del día, deberías invertir en uno.
Por ejemplo, puede programar su termostato para que baje la temperatura de la casa entre 10 y 15 grados cuando esté en el trabajo durante el día, y darle instrucciones para que empiece a subir de nuevo la temperatura a "normal" entre una hora y 30 minutos antes de que llegue a casa. Muchos termostatos permiten incluso designar la temperatura por días de la semana, de modo que si sabe que casi nunca está en casa el sábado por la noche o el domingo por la mañana, puede ajustar la temperatura en consecuencia.
9. Sella herméticamente (y quizá aísla) el ático y el sótano
Ya sabe que el calor sube, y eso se aplica tanto dentro de su casa como en el mundo exterior.
Esto significa que un ático con corrientes de aire puede hacer que se gaste mucha energía en mantener la casa caliente en invierno, y tampoco le hará ningún favor en verano. Un sótano sin aislar también puede dejar entrar aire frío en invierno y salir en verano. Compruebe si el sótano y el ático están sellados y aislados. Si no es así, plantéate invertir en una mejora.
10. Utilizar un cortacésped manual
Si vives en una región donde la hierba crece como la mala hierba y no necesitas regar, quizá tenga mucho sentido mantener tu césped... pero seguirás teniendo que cortarlo con regularidad. Una alternativa más ecológica a los cortacéspedes manuales o a los de empuje motorizado son los antiguos cortacéspedes manuales de empuje. Funcionan, pero utilizarás tu propia grasa en lugar de gasolina para accionar las cuchillas, así que harás ejercicio mientras cortas el césped.
Decidir que su casa sea más eficiente desde el punto de vista energético puede ser algo tan sencillo como cerrar el grifo de los lavabos e inodoros que se usan poco, o tan complicado como cambiar los electrodomésticos e instalar paneles solares. Calcula tu nivel ideal de inversión y ve paso a paso: antes de que te des cuenta, tendrás una casa ecológica que ahorra dinero sin sacrificar la comodidad.